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2021: el año de las olas


Se va un 2021 igual de atípico que el 2020 en el que el XV del León ha ido bailando también por olas, como el maldito bicho que ha marcado el calendario de este año, la fortuna (y desfortuna) de un equipo que, no obstante, llega a 2022 con posibilidades de seguir soñando con Francia 2023. Sirve este resumen de cierre de un año en el que nuestros pensamientos están con la familia de Kawa Leauma, el león que formará siempre parte de esa familia.

España, subcampeona del Campeonato de Rugby Europe de 2020... en 2021  

El XV del León comenzaba el año de una forma, cómo no, poco normal, enfrentándose a Portugal con el objetivo de ser segundos en el Campeonato de Rugby Europe. España venía con una inercia imparable, a pesar del parón provocado por la pandemia tanto en los partidos de primavera como de otoño. Este partido, jugado a puerta (casi) cerrada, fue un epílogo-prólogo esperanzador a puertas de la clasificación mundialista, que comenzaría inmediatamente después, al llevarse ese subcampeonato tras la victoria por 25-11 y señalar la dirección a seguir.

Georgia para empezar

Un calendario un tanto extraño, recurrido sin suerte por la FER, propició un orden de partidos en el que dos de los principales candidatos a las plazas directas de clasificación, Rumanía y Georgía, serían protagonistas en las primeras jornadas. Georgia llegó a Madrid tras ganar el partido de la primera jornada en la que España no jugó (cosas de Rugby Europe, a vueltas todavía con enmendar lo de Bélgica y Países Bajos y no perjudicar a Rusia y Rumanía en sus compromisos de verano y otoño). A pesar del esfuerzo de los leones, y con un marcador en los últimos minutos que dejaba esperanzas de machada, el XV del León se obcecó en tácticas erróneas y acabó cediendo ante la experiencia de unos lelos que saldrían victoriosos de un partido que, además del bonus defensivo, dejaba sensaciones agridulces: se había dejado escapar viva a Georgia.

Los fantasmas de Rumanía 

Con la moral más alta que baja tras la actuación de España frente a Georgia, el XV del León llegaba a tierras rumanas con la sensación de poder hacer algo grande y dejar clara su candidatura a plaza directa. Quizá lo que nadie nos contó es que el equipo sufriría la enésima recaída ante sus viejos fantasmas, aquellos que decidieron en marzo de 2018 ser compañía por tiempo indefinido. Tras una primera parte lastrada en el que solo los puntos al pie sumaron, el XV del León comenzó su peculiar frustración, cayendo en indisciplinas y en dimes y diretes con los jugadores rumanos sabedores que su control sobre la situación era mayor que la de un equipo desquiciado ante los espectros de su pasado. 22-16, punto bonus defensivo, el segundo, y a casa con la tarea de recapacitar sobre los motivos que acechan a España cada vez que se enfrenta a Rumanía.

Portugal, el invitado inesperado

España llegaba a su tercer partido clasificatorio, contra Portugal, con un tirón de orejas en lo extradeportivo, castigados al rincón de pensar para que no se repitiese un plato de mal gusto en Lisboa. Con la victoria ese mismo año frente a los lusos, a la expedición española se le antojaba la mejor ocasión para remontar el vuelo. Unos primeros minutos con 0-14 hicieron caer en falsas ilusiones, ya que al descanso, Portugal había igualado la contienda 21-21. Para la segunda parte, el XV del León guardaba, de nuevo, su peor cara, la indisciplinada, la de la queja amarga más propia de un cantaor al que se le va la vida que de efectivos que deberían trabajar sus emociones en el campo. Otro partido que España acababa sin los quince sobre y con un 43-28 y dando gracias. La debacle ya no era una quimera y empezaba a entrar en proceso de fantasmogénesis.

El enésimo aplazamiento del encuetro frente a los Classic All Blacks

A más de uno se le haría la boca agua pensando que, esta vez, sí, el partido de exhibición frente a los Classic All Blacks iba a jugarse y que sería la oportunidad de reflotar el ánimo, entonces por los suelos, del rugby español. Un grupo de estrellas que, aunque prejubilados, contaron con nómina all black en el pasado y que son capaces todavía de dar sopa con ondas a cualquier tier 2 se antojaba precioso y preciso. A pesar del esfuerzo de los organizadores por evitar tener que comunicar una nueva cancelación (y, de paso, otro marrón logístico), las cosas pintaban en mayo como pintaban. Una nueva cancelación y una nueva fecha por venir, con la duda de ver si los nombres anunciados llegarán en activo o si Dan Carter podría estar ya en condiciones de ser un classic y pisar el Metropolitano.

Verano sin vacaciones y sin trabajo

Para la temporada estival quedaron dos partidos del Europeo, valederos para la clasificación al Mundial: los enfrentamientos contra Rusia y Países Bajos. Sin embago, ninguno de los dos compromisos pudieron llegar a disputarse en la fecha establecida, ambos por casos de coronavirus. Las concentraciones para preparar ambos encuentros fueron quizá lo más positivo, ya que el nuevo calendario condicionaría la ventana de otoño y, además, se había perdido la ocasión de tener una nueva ventana estival.

Ventana de todos los colores: amistoso, test... para acabar en los de competición

Se llegó a fantasear con una ventana otoñal de auténtico ensueño, recibiendo a dos tier 1 (Italia y Japón) y a dos quipos oceánicos (Fiyi y Samoa), para acabar con un noviembre de mínimos mermado por las circunstancias. El encaje de bolillos para poder jugar los partidos de Rusia y Países Bajos antes de que acabase el año acabaron por dar al traste con el partido contra Japón, que acabó recalando en Portugal, antes de que Samoa confirmase que su gira por Europa no iba a producirse. Entre medias supimos que Italia vendría con la denominación de Italia A, un segundo equipo absoluto que ni siquiera contaría con caps oficiales y no pasaría de un amistoso.

Italia A

Aun así, ambos encuentros fuera de competición (Italia A y Fiyi) sirvieron para poner en marcha una maquinaria que había estado desde primavera sin jugar. Podría haber servido para experimentar, para poner sobre el césped opciones de futuro e ir probando cosas nuevas, pero, en general, reapareció el inmovilismo de Santi Santos, con plena confianza en un plan que llegaba con el agua inundando el barco. El partido contra Italia se saldó con 11-13 y con un XV del León que no supo parar a los azzurri tras una ventaja de 8-0. Intentaría revertir la remontada y el parcial de 13 puntos de los italianos, pero el esfuerzo quedó más épico que efectista.

Monólogo melanesio en un acto

Para Fiyi, el único test match del año, más de lo mismo y pocos cambios: Santos seguía con su plan y este pasaba por buscar entre los mimbres de su extenso grupo de trabajo. En una sorprendente primera parte, donde España acabó por delante en el marcador, el XV del León contuvo los envites melanesios, poniendo una dosis de ilusión en el Central de la que acabaría despertando en una segunda parte en la que, prácticamente, se impuso el monólogo fiyiano. 13-43, quinta derrota consecutiva, y aún así hubo destellos de mejora para afrontar lo que realmente importaba: jugarse los cuartos del Mundial.  

Recuperación en el momento adecuado

España llegaba a su partido vital contra Rusia sin más margen de maniobra que el de obtener la victoria y, a ser posible, con bonus. Tras una expulsión temprada de un jugador ruso, el XV del León pudo desplegar mucho más fácil su juego y hacerse muy pronto con un partido que encarriló sin más problemas. Se vio un despliegue mucho más efectivo en el juego español, convirtiendo en puntos prácticamente cualquier opción real de ello y anulando por completo a una Rusia noqueada desde su expulsión. El bonus ofensivo y los cuatro puntos de la victoria (49-12) reactivaron las opciones de seguir con vida. Esperaba Países Bajos en diciembre.

Reenganchados tras Ámsterdam

7-52 y poco más, resaltando sobre todo ese 7, producto de un ensayo tempranero de los neerlandeses que ponía de nuevo el escalofrío en el XV del León. Sin embargo, la reacción fue inmediata y, desde el momento del segundo ensayo, ya nada pudo parar a un conjunto español que se reencontraba con su juego y con la confianza que había comenzado a construir contra Fiyi. Cinco puntos vitales que solo lo son porque el resto de contendientes por las plazas directas también lo habían conseguido. Con los 10 puntos obtenidos frente a Rusia y Países Bajos, España llega vivo a 2022 y se reengancha en su lucha por la plaza y un cuarto de plaza mundialistas que regala el torneo el año que viene.

Kawa, león para siempre

El final del año nos deparaba una noticia triste: el fallecimiento de Kawa Leauma, jugador de Ordizia y que había ya disputado el amistoso contra Italia A. Tras apurar las opciones de capturar al jugador de cara a la trascendental vuelta del Campeonato de Rugby Europe, Santos había contado con el jugador en diversas concentraciones y, con la intención de hacerlo debutar oficialmente, había sido convocado para el viaje a Ámsterdam. Dudas sobre su elegibilidad al haber jugado con seleccionados oficiales de Samoa en categorías inferiores impidieron que Kawa Leauma debutase oficialmente con el XV del León. Horas después del partido contra Países Bajos, el jugador sufría un accidente al precipitarse desde varios metros de altura y, tras varios días en el hospital y tras una intervención de urgencia, Kawa fallecía en Ámsterdam.

 

Más allá de este recorrido cronológico por la actividad en partidos y competiciones del XV del León, varios artículos de opinión y entrevistas han copado la lista de lo más leído este año en A Palos. Aquí os dejamos algunos de los más relevantes:

¿Y ahora qué hacemos?

Jurado, Bell, Mélé... Funambulismo y elegibilidad, talones de Aquiles en el ciclo mundialista 

Josh Peters: "Quiero que se entiendan los sacrificios que muchos hacemos por ir a la selección" 

Conjunción astral en el Central 

 

 Texto  Álvaro de Benito   Fotografía  Domingo Torres


 






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