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Georgia vuelve y deja sin opción a un frustrado XV del León (49-15)


Georgia volvió tras haberse ido dos jornadas, y volvió para recordar que, mientras que ellos estén ahí, poco se puede hacer en el Campeonato. Y es que el XV del León aspiraba a su primer torneo, de resaca tras el domingo gigante pasado, y con más motivación que fondo real. Nada pudo hacer el combinado de Santos para frenar una hemorragia que comenzó, adivinen, en el último cuarto, encajando una y otra vez ensayos que finiquitaron antes de tiempo cualquier opción de machada.

Comenzó esta "final" en el marcador de una manera extraña, sumando Georgia sus primeros puntos a los tres minutos tras un drop plano del medio de melé, Lobzhanidze, que entró entre la H de aquella manera, pero suficiente como para adelantar a los Lelos. Estaba quedando también patente en esos primeros minutos que el tiempo y la nieve (y el estado mojado del césped) iban a condicionar sobremanera cualquier acción a la mano. Se repetían intercambios, hasta que el juego paró minutos después con la ocasión de un golpe de castigo que Ordás no falló a palos.

Este empate temporal fue efímero, ya que Abzhandadze se encargaría de replicar a Ordás y sumar otros tres puntos al pie. Georgia parecía ya haber tomado posiciones en la veintidós española , pero, curiosamente, fue España quien puso más peligro en la marca de los caucásicos. Jorba, tras una buena jugada a la mano tras un enorme trabajo de delantera, posaba el primer ensayo para España, que Ordás no lograría transformar.

Poco duró la alegría y parecía que Georgia seguía con su plan de recuperar el máximo juego posible en el terreno del XV del León. No habían pasado tres minutos desde el ensayo español cuando el ala Tabutsadze penetraba y posaba el primer ensayo lelo, que sería transformado. Georgia había consolidado por entonces su posición y, a pesar de algunos tímidos contragolpes de los hoy de amarillo, los euroasiáticos se lanzaron con más fortuna a una segunda marca que llegaría de delantera, con Giorgadze con protagonista, y que cerraría el marcador antes del descanso con un 18-8 que dejaba algo de esperanza.

En el descanso, el XV del León se enfrentaba al frío de Tiflis con calentamientos y sin parar, cualquiera lo hacía, al ritmo de una Mar Álvarez que intuía que esos ejercicios más que necesarios salvarían a la selección de pagar caro el interludio. Salió Futeu por Lóez, y España comenzó a vislumbrar que la opción del touch-maul no había sido quizá explorada del todo. Fue algo infructífera de inicio, y, con una Georgia presionando las líneas muy arriba, el XV del León obligaba a alguna indisciplina como plan B para que, con Ordás al pie, se ganasen los metros necesarios.

Por momentos todo parecía trabado, un desastre de resbalones y algún roce, con alguna intentona que no acabaría en nada previa a la bendita cabezonería de Ovejero, obstinado en posar cada vez que ve el hueco, y que tras transformar Ordás, ponía el marcador en un interesantísimo 18-15. Sin embargo, poco hace falta para espolear a Georgia, que se vió rápidamente con la opción de sumar otros tres puntos en un golpe que no fallaría.

Se intentaría, pero las renovadas fuerzas de los Lelos dieron al traste con cualquier atisbo de remontada cuando Sharikadze posaba bajo palos tras un espacio de claro dominio granate. Ya sería imparable: había vuelto la Georgia que se había ido por dos jornadas. Tabutsadze se escapaba por la banda para poner el 33-15 (serían 35-15)  y el equipo del Cáucaso ponía todo de su parte para seguir apuntando a ese minuto 60 como la gran falla del XV del León. Giorgadze volvería a mojar, haciendo más profunda la desesperación española a la que las fuerzas le iban desapareciendo en la nieve de Tiflis, aunque todavía quedaría algo para intentarlo al final, antes de que la frustración apareciese en forma de tangana e indisciplinas que propiciaron otro ensayo más, el enésimo a estas alturas, para certificar una dolorosa derrota.

Cierre agridulce de campaña para una España que el domingo pasado ya había conseguido su objetivo principal. Santos vino a probar, con bajas sensibles y con opciones para jóvenes talentos, quizá sabiendo que podría ser un buen momento para ello. Ahora toca ser constante y ser conscientes de que tenemos un año y medio por delante para que el XV del León pueda competir y evitar, en la medida de lo posible, pájaras como la de hoy. 


 Texto  Álvaro de Benito   Fotografía  Alexander Ujmajuridze









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