Frente a Canadá, como si nada o todo lo contrario

Mientras hoy, casi simultáneamente, Namibia y Kenia darán el todo por el todo para estar en Francia 2023, España estará disputando en Ottawa su único test mach de la ventana de verano, contra Canadá (Gol TV, 22:00 CET) un partido circunstancial en el que el XV del León sustituirá a los French Barbarians, rival inicial del conjunto norteamericano.

En esta carambola, una más de los últimos meses, radican, sin embargo, varios puntos importantísimos para analizar el futuro de España. Primero: ¿estamos ante el último partido de Santos y de algunos jugadores? La fecha y el entorno institucional tan poco favorable así lo haría pensar. Veamos si se cumple lo que mucha gente indica, que es ese final de ciclo que lleva ya, de serlo, dos partidos extra (Barbarians y Classic All Blacks). Para más análisis, recomiendo leer la anterior entrada, donde se analizaba ese futuro si Santos abandona, aunque parece que, por los movimientos del cuerpo técnico, el de Alcalá estaría esperando que su cese, de producirse, venga a ser eso: un cese, y no una renuncia.

Pero el punto más relevante es el del cambio. Obligado o no por las circunstancias, el relevo generacional del que hablamos debería precipitarse, y pareciera que el XV inicial de Los Leones de hoy sobre la superficie sintética del estadio canadiense apunta claramente a que no hay tanta prisa. Santos presentará, a excepción de algún retorno pero que tampoco es extraño, como el de Del Hoyo en la primera, una alineación titular muy similar a la habitual, sin grandes cambios, donde los Imaz, Piñeiro y De la Lastra estarán en el banquillo, esperando a comenzar esa posible nueva era.

Y es que ver los nombres de salida de hoy plantean más preguntas de las que a estas alturas podríamos tener. Santos, con este XV inicial, ¿pretende rendir el enésimo homenaje y partido final a muchos de los jugadores que se han roto la cara por el equipo? Quizá esté buscando una renovación silenciosa y tranquila, muy tranquila (opinión personal), o quizá vea que en este posible último partido debe ser coherente y finalizar prácticamente inmóvil. O bien el técnico cree que hay tiempo, mucho, en el que poder hacer esos cambios, que ya vendrán tiempos mejores.

El partido contra Canadá, que llegó prácticamente impuesto tras esas supuestas idas y venidas, cambios de impresiones tras la transferencia del partido contra Italia del 2 de julio a Rumanía, podía presentarse como esa primera oportunidad real y oficial de certificar el cambio. Ahora, ¿cómo empezar un cambio en la selección si no sabemos si va a existir un cambio también en la parte técnica? 

Lo ideal, dicta la historia, es comenzar esa tabula rasa con todo, técnicos y jugadores, y no dejar con la miel en los labios a quien pudiera debutar oficialmente hoy y, quién sabe, el día de mañana dejar de existir. Podríamos también hablar de una ocasión perdida para empezar ya a rodar esa travesía del desierto que nos espera. O, simplemente, que todo va bien y que nada va a cambiar, solo el entorno.

 Texto  Álvaro de Benito   Fotografía  FERugby