Alin Petrache: “Rumanía parece el chivo expiatorio de la FER”
Alin
Petrache (Bucarest, Rumanía, 1976) es, como presidente de la Federación
Rumana de Rugby (FRR), una de las figuras más polémicas para el público de nuestro país. De carácter controvertido para algunos, su nombre se ha convertido con
el paso del tiempo en uno de los protagonistas indirectos del rugby español. El
arbitraje de Vlad Iordăchescu en aquel todavía psicológicamente cercano Bélgica-España,
los posteriores cruces de denuncias que acabaron con su selección y el XV del
León fuera del Mundial de Japón y, por supuesto, los episodios más recientes
con el caso Van den Berg, han marcado la relación entre las dos
federaciones y han convertido una rivalidad histórica deportiva en algo también
político. No es fácil ver a Petrache en medios españoles, por lo que
considero que esta entrevista que me ha concedido es, cuanto menos, interesante para ver cómo se valoran las cosas desde la otra orilla y, quizá lo más
importante, entender las relaciones actuales entre dos de los países que
deberían estar llamados a trabajar juntos por el posicionamiento de los Tier 2.
La primera pregunta es casi obligada: ¿cómo se siente Alin Petrache después de estos intensos meses de despachos, denuncias y demás?
Tengo que admitir que ha sido un período difícil. Una montaña rusa de emociones, mucha espera, mucho en juego. Lo superamos y lo conseguimos manteniéndonos todos unidos. Tuvimos todo el apoyo de aficionados, jugadores, cuerpo técnico, etc. y esto marcó la diferencia.
Entiendo que la relación con la Federación Española (FER) es, si no mala, bastante mala y lo justo para ser formal. ¿Está todo tan mal como lo percibimos o es simplemente un barullo de carácter político necesario?
El rugby te enseña muchas lecciones de vida, y una de ellas está centrada en la solidaridad. Todos estamos conectados por los principales objetivos que compartimos, de hacer crecer y promover el juego. Entiendo la intensidad de los sentimientos que esta decisión conllevó, los conozco demasiado bien, pero espero que todos seamos profesionales capaces de superar cualquier experiencia negativa enfocándonos en un bien superior. No debe haber rencor; la FRR desea mantener relaciones cercanas con todas las demás federaciones, especialmente las del Tier 2, que se enfrentan a desafíos similares y comparten los mismos objetivos. Solo apoyándonos unos a otros podemos hacer que nuestras voces se escuchen.
“Quiero pensar que puede haber un terreno para encontrarnos y empezar de nuevo”
Dígame, ¿cómo llegaron a tan mal punto las relaciones entre dos federaciones Tier 2 como la española y la rumana, que deberían estar llamadas a ser claves en el desarrollo del rugby?
Por nuestra parte no hay nada que pueda calificarse de "malo". O, al menos, no debería serlo en el futuro. Quiero enfatizar que las disputas no son personales: todos acordamos obedecer las mismas reglas y regulaciones, como afiliados a World Rugby, y servir tanto a nuestros intereses nacionales como a los establecidos por el foro internacional. Podemos decir que la forma en la que la FER presentó los hechos al público español, tanto en 2018 como en 2022, no fue justa. Rumanía parecía ser su chivo expiatorio. Pero repito, no considero que tengamos una mala relación. Me gustaría pensar que puede haber un terreno común donde podamos encontrarnos y empezar de nuevo.
Al final, la denuncia presentada por la FRR por el caso Van den Berg ha terminado positivamente para los intereses rumanos, mientras que la denuncia presentada por la FER por el caso Tomane no ha salido adelante. ¿Cuáles fueron las diferencias más significativas entre ambos casos?
Sobre Jason Tomane solo puedo decir que la FRR siguió todos los pasos requeridos por World Rugby y, solo después de que la comisión de elegibilidad de WR diera su "OK" fue cuando alineamos al jugador.
Si tuviera que resumir brevemente el caso Van den Berg, ¿cómo lo haría?
Tenemos un dicho en Rumania que dice que "solo aquellos que no trabajan nunca cometen errores". Los errores son humanos y, lamentablemente, algunos cuestan más que otros. No puedo ser yo quien saque una conclusión después de todo esto, simplemente no me corresponde a mí comentarlo. La decisión fue tomada por comités independientes en los que confío plenamente.
Rumanía y España seguían con la polémica sobre las elegibilidad de los clasificatorios al Mundial de 2019. Cuatro años después, ¿piensa que aquello fue una decisión justa?
Si aprendimos algo de 2019 es que el proceso de naturalización no es fácil y conlleva algunos riesgos. No es algo malo, pero debe hacerse con cuidado. Pero en el rugby no cuestionas las decisiones de los que tienen la potestad de dirimir. Cuando estás dentro del juego, aceptas todas sus condiciones, incluida esta. Esto nunca debe ser juzgado en términos de equidad, las situaciones eran extremadamente complejas, tanto entonces como ahora, por lo que lo único que se debe hacer es respetar lo decidido y aprender a hacerlo mejor en el futuro.
Con la eliminación de Rumania y España de la RWC'2019, pero solo con España fuera de la RWC'2023, parece que Rumanía finalmente sale victoriosa en esta batalla judicial. ¿Cómo lo ves? ¿Es algo que percibe que se haya podido convertir en una batalla?
Las batallas no tienen nada que ver con los deportes, en mi opinión, ya que todos los deportes se basan en el juego limpio, que consiste en respetar a tu oponente. No hay una batalla contra el rugby español o su federación. No olvides que Rusia fue eliminada en el pasado por una reclamación española también (clasificatorios al Mundial de 2003). Después de eso, Rusia se clasificó para el Mundial de 2019 después de la descalificación de España y Rumanía. Entonces, ¿es una batalla entre las federaciones española y rusa? No debería haber batalla entre las personas que realmente abrazan y viven los valores del rugby. No peleamos con nadie y nunca tenemos la intención de hacerlo.
Desde España se suele hablar del poder e influencia que tiene Rumanía tanto en Rugby Europe a través de su presidente como en World Rugby, donde está representada en el Consejo. Desde su punto de vista, ¿en qué medida esas representaciones se traducen en una mayor influencia?
Las decisiones fueron tomadas por comités independientes, por lo que no puede haber ninguna sospecha de influencia alguna. Yo mismo considero el rol en el Consejo Mundial de Rugby como la oportunidad de hablar por todo un grupo de naciones similares a Rumanía, con necesidades específicas. Nunca se trató de Rumanía, siempre se trató de naciones que luchaban por desarrollarse y deseaban tener la oportunidad de hacerlo en condiciones óptimas. Me gusta pensar que mi misión es colectiva y que estamos todos juntos en esto. Tanto Rugby Europe como World Rugby son entidades que demostraron constantemente que merecen nuestra confianza y apoyo.
Hace poco se anunció la dimisión de la actual directiva de la Federación Española. ¿Cree que un cambio de aires en la FER puede reabrir un camino para mejorar las relaciones entre las dos federaciones?
Estuvimos y estaremos siempre abiertos a cualquier propuesta y proyecto que tenga la FER. Esperamos que este ambiente negativo que estás describiendo sea solo una etapa y que sigamos progresando juntos.
“Nunca se trató de Rumanía, sino del desarrollo en condiciones óptimas. Me gusta pensar que mi misión es colectiva y que estamos juntos en esto.”
En lo deportivo, Rumanía siempre ha estado ahí, a pesar de algunos factores externos e internos que parecían que podían pesar o habían lastrado al rugby rumano últimamente. ¿Cómo ve eso desde su perspectiva como presidente de FRR?
Hacemos mucho para compensar las inconsistencias, los desafíos y los cambios a los que nos enfrentamos. Algo que creo que es esencial es el hecho de que hemos implementado una estrategia a largo plazo, que ya arrojó los resultados que buscábamos. Y, por último, pero no menos importante, creo que el apoyo que tenemos de clubes, socios, instituciones y seguidores es lo que nos mantiene en marcha.
Hace un año, Rumanía recibió a Argentina en un partido contra Tier 1 y el encuentro de Escocia fue cancelado. Recientemente, los Robles se enfrentaron a Italia. ¿Cómo de importante es para un Tier 2 enfrentar partidos de Tier 1 con más frecuencia? Parece que todavía hay una visión muy conservadora del rugby temerosa de convertirlo en un deporte global…
Partidos como estos te hacen crecer. Pesan mucho en términos de experiencia, tanto para los jugadores como para los aficionados. Son complejos en términos de ser anfitrión, pero ofrecen muchas oportunidades que, de otro modo, no tendríamos. Estamos agradecidos de que se nos den estas oportunidades y esperamos que, poniendo toda nuestra energía en ellas, demostremos que son eficaces y con ello convertirlas en algo habitual.
Texto Álvaro de Benito Fotografía Cedidas por A. Petrache
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