Los jugadores irán de la mano con la FER en la apelación ante WR

Pareciera que las relaciones entre los jugadores del XV del León y el estamento institucional del rugby español estaban rotas tras los comunicados cruzados de la semana pasada. Sin embargo, y ya en frío, las remotas posibilidades de que una apelación sobre el dictamen del comité independiente que ha juzgado la alineación indebida de Gavin van den Berg ante World Rugby sea exitosa pasa por la cooperación necesaria. Y, me atrevo a decir, que muy a pesar de muchos de los jugadores.

En la rueda de prensa que han mantenido hoy miembros del XV del León en nombre de todo el colectivo de jugadores de la selección, han quedado varios puntos claros: no hay más remedio que remar todos en una misma dirección, que Gavin van den Berg ni ha hablado con nadie ni se le espera, y que nadie le ha pedido perdón a los jugadores.

Con un Fernando López afectado, que ha tenido que ceder la palabra a Marco Pinto ante la imposibilidad de seguir leyendo el comunicado, los jugadores han clarificado que están en conversaciones con diferentes entornos legales para ver cómo operar. Esta podría ser la causa de los mensajes muy medidos que tanto el capitán, como Lucas Guillaume y Pinto han planteado. En cuanto a lo deportivo, López aseguró no querer defraudar a los aficionados, y que por eso les escucharían antes de seguir hablando. 

Sin embargo, la tarde dibujó tres escenas inesperadas, las tres en forma de apariciones individuales que, cada uno en su faceta, se antojaban extraordinarias. La primera y más evidente fue la de Santos, que acudió a la sala y coincidió, por primera vez desde el desenlace del pufo, con varios de sus jugadores. Charló amistosamente con ellos y compartió impresiones. Nada que ver con el silencio que se presumía iba para largo.

Los otros dos nombres, Nava y Ovejero. El primero, quizá menos inesperado, por aquello de que no hay evento, medio o entorno en el que no aparezca el ex capitán, pero también curiosa por esa triple faceta de ex Alcobendas, ex León y embajador del rugby de la mano de la FER. Quizá más sorprendente fuera la presencia de Ovejero, jugador de la selección y de Alcobendas, que no debe estar pasándolo nada bien, pero que hizo acto de presencia para intentar aportar cierta normalidad.

Así, más allá de los nombres y situaciones, el resumen es que no queda más remedio que seguir adelante juntos por un bien común, que no es ni más ni menos que llegar al final del primer asunto. Una vez zanjado ese, veremos qué tal pinta el resto.  

 

 Texto y foto  Álvaro de Benito