NOVEDADES

España toma la delantera (38-21)


El XV del León tomó el Central en 40 minutos, suficiente para poder sumar cuatro puntos que, aunque la mayor parte del tiempo pudieron ser cinco, resuelve las cuentas de una manera muy clara: si España vence a Portugal en la penúltima jornada y Rumanía no gana a Georgia, España será Europa 2 matemáticamente y habría sellado la clasificación al que sería su segundo Mundial.

El partido frente a Rumanía se antojaba épico, de esos que llevan marcados en el calendario un tiempo prudencial, aunque no tanto porque, no está de más recordar que hace dos meses España estaba defenestrada. Si ganar a los Robles era para el doble o nada, la inercia y la psicología que ha salido hoy de la primera parte de los Leones también ha sido de doble o nada.

España salió en tromba, como nunca se había visto en el Central, monopolizando el juego a la mano y, sobre todo, el juego de delantera. Con unos rumanos desaparecidos sobre el campo, el XV del León no tardó más de 7 minutos en posar la primera de las cinco marcas de la tarde. Fue Pinto, excelente hoy y uno de los hombres del partido, quien se encargó de dejar claro que se había venido a jugar, y a jugar bien,

El monólogo sobrepasaba con creces lo esperado por los más de 5.000 espectadores que fiaron a la fe su apoyo incondicional. Debía sentir el aliento España, que seguía de dulce al sobrepasar, pocos minutos después y por segunda vez, la línea de ensayo rumana. Foulds sumaba, y también Ordás, que llevaba ya un 100% de eficiencia a palos, un procentaje que no variaría durante todo el partido a pesar de que fueron seis sus opciones. 

La primera presencia rumana en veintidós española cabó con Tauli excluído diez minutos, y Rumanía no iba a dejar pasar la oportunidad de acortar mediante Vaovasa, ensayo, y posterior transformación de Melinte. España gestionó la inferioridad numérica desde entonces y acabó por anotar de nuevo: Quercy sumaba; ordás, también. Tres minutos después, carrerón de un Gimeno también de enhorabuena y caras de estupor en el equipo rumano. ¿Qué había sucedido? Siemplemente fue una versión inédita del XV del León, una España que tenía claro que hoy el partido podría ganarse en la primera parte y que hoy ha presentado su mejor cara y que desearíamos que se quedase.

Se necesitaba ese parón en el vendaval y fueron los diez minutos finales de la primera parte los que templaron y equilibraron un poco la reserva de fuerzas. A la vuelta al césped, España decidió sumar al pie de Ordás para mantener el statu quo porque, y ya lo sabemos, el minuto 60 tan crítico siempre podría hacer acto de aparición. Sin embargo, a pesar de que llegaría, lo haría más tarde y con un nuevo zurrón de puntos, segundo de Quercy y sexto de Ordás.

El minuto 60 sería el 63, momento en el que Vaovasa resucitaría a una Rumanía a la que, a la postre, hubo de contener, no tanto por la victoria -que parecía no peligrar- sino por los puntos bonus, de uno y otro lado. Simionescu en el 70 dejaba a España sin el bonus ofensivo, y la exclusión de Mora, castigado con los últimos minutos finales del partido en el banquillo, ponía algo de presión para que empezásemos a ser conscientes de que España había hecho los deberes en la primera parte y que eso será lo que le permita seguir más viva que el día que más viva estuvo.

Las cuentas son claras: los cuatro puntos de España y los cero de Rumanía dejan las cosas tan simples como que el XV del León podría clasificar directa y matemáticamente al Mundial en la próxima jornada. Para ello España deberá ganar su aprtido antes Portugal y que Rumanía no gane a Georgia. 


 Texto  Álvaro de Benito   Fotografía  Walter Degirolmo


No hay comentarios