Diables de Barcelona: ¿un potencial nuevo terremoto?

Cuando uno pensaba que el guerracivilismo latente en el rugby español iba a tener este año su último capítulo con la batalla de Iberians y la FER, y su contienda táctica con el derbi vallisoletano coincidiendo con el partido de Fiyi, llega un nuevo terremoto en forma de franquicia profesional desde Barcelona. 

Sí, hoy se ha presentado oficialmente aquello que venía goteando las últimas semanas, y que no es más que una franquicia profesional denominada Diables de Barcelona, que jugará una competición europea en la temporada 2022/23. Pero, ojo, aun hay más, porque en la misma competición habría también un representante madrileño -según se ha dicho hoy en la misma presentación-, otra franquicia de la capital que, junto con su equivalente y recién nacida catalana, amenazan con abrir una brecha más en el panorama institucional del rugby español.

Si ya Iberians parecía ser la constatación de las desaveniencias entre una Federación Española tocada por sus relaciones con los clubes, y en el que tanto la ANC como, especialmente, las instituciones de Castilla y León, parecieron confrontar modelos, el nacimiento de Diables de Barcelona y de una franquicia extra en Madrid para disputar una liga europea muy probablemente sancionada por un organismo distinto a Rugby Europe supone un terremoto que hará temblar los cimientos institucionales de nuestro pequeño mundo oval.

Porque si dentro del embrollo de Iberians aparecía, por lo menos, un organismo reconocido por todos (Rugby Europe) y con una liga de franquicias más o menos estudiada (Super Cup), el jari que provocaría la inclusión de dos franquicias nuevas en una competición distinta a las sancionadas desde el máximo organismo europeo sería de dimensiones espectaculares.

¿Por qué? Quedan todavía muchas dudas por resolver. Parece que todo está cogido con pinzas o con mucho secretismo, y por eso las preguntas están ahí. ¿Cuál es la respuesta de la Federación Española de Rugby ante la creación de Diables de Barcelona? En principio, y según en la misma presentación se ha dicho, la FER es consciente del proyecto. Como organismo responsable del rugby unión en todo el territorio nacional, ellos son, en teoría, los encargados de aceptar esta nueva propuesta si se quieren disputar los partidos en Barcelona. Tendremos que esperar a sus declaraciones para entender el posicionamiento y nivel de colaboración con este proyecto.

A pesar de que Diables han subrayado que es una iniciativa plenamente privada, también han desvelado en medios que la Federació Catalana de Rugbi ha estado, si no involucrada diractamente, sí informada del proyecto. Como entidad perteneciente a la FER, ¿estaría la catalana apostando por una mayor desvinculación de la FER a partir de la inciativa privada y profesional? Si esto llegase a confirmarse, el efecto y la sensación podría también ser similar en relación a la madrileña. De nuevo, ¿debería una franquicia profesional en Madrid contar con el beneplácito de la FER para poder desarrollar su actividad en una liga no sancionada por Rugby Europe?

Muchas son las preguntas que tendrán que ir respondiéndose estos próximos días, porque el panorama que está creándose en las relaciones entre iniciativas privadas, clubes, asociaciones, federaciones regionales, nacionales y supranacionales no es del todo halagüeño. Quedará por saber si todo esto beneficiará al rugby español, si todo esto de Iberians, Diables y la anónima franquicia madrileña servirán para reforzar en lo deportivo a nuestro rugby, aunque para ello tengamos que pasar por el enésimo terremoto estructural.

 Texto  Álvaro de Benito   Fotografía  Diablesvila