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Análisis España sub-20: Generación prometedora para una oportunidad mundial

 

Cuando el 30 de julio de 2023 España hizo historia ganando el Junior World Trophy, el júbilo se desató entre todos los estamentos del rugby español. Dicha victoria abría las puertas a disputar, también por primera vez, el Mundial junior frente a muchas de las futuras estrellas del Tier1. Durante muchos años se había buscado con ahínco el poder jugar el Trophy, pero diferentes circunstancias (covid, Portugal…) habían ido dejando sin premio a varias generaciones de Leoncitos. Pero por fin se ganó, no sin sufrimiento, el Europeo sub-20 en 2022 y nos pudimos clasificar para disputar el Trophy sin pensar siquiera en poder llegar a jugar el Mundial. Pero la victoria final, muy merecida pero también inesperada, nos ha abierto la puerta de un mundo todavía inexplorado: Jugar contra varias de las mejores selecciones del mundo de la categoría y llegar a competirles se presenta más como un premio que como una responsabilidad, dando a nuestros jugadores un escaparate inmejorable para llamar la atención del mundo del rugby. Los ojeadores de los mejores equipos del mundo estarán mirando con lupa en búsqueda de nuevos talentos que reclutar y para alguno de los nuestros, puede ser el inicio del salto al profesionalismo.

La preparación del grupo ha sido compleja. Para empezar, como siempre, ha habido que contar con los compromisos de los jugadores con sus clubes. En especial, aunque no únicamente, con los que juegan en Francia ha habido dificultades para que pudiesen participar de las diversas concentraciones que se han ido realizando. Ha habido muy poca información para los aficionados, pero se han jugado un total de 5 partidos de preparación: dos contra equipos sub-23 de División de Honor, otro en Dax contra un equipo espoir bastante débil y dos grandes partidos contra dos buenos equipos irlandeses. A falta del test match contra Italia, que será el último partido antes del debut, serán 6 partidos en total, lo que habla muy bien del interés de la FER en dotar a sus cachorros de la mejor preparación posible.  Y por los buenos resultados cosechados en la Isla Esmeralda, parece que el trabajo ha sido muy fructífero ya que se pudieron apreciar muchos automatismos en un equipo muy trabajado.

Entrando a analizar los jugadores que ha convocado el seleccionador Ricardo Martinena para viajar a Sudáfrica, lo primero que llama la atención es la presencia de gran cantidad de jugadores que militan en Francia. Hasta 10 de los 30 juegan en alguna de las ligas semiprofesionales del rugby galo y a ellos hay que añadir dos jugadores más que juegan en Inglaterra e Irlanda. Sin ánimo de ser exhaustivo, haré un repaso a la convocatoria de Martinena colocando a los jugadores en su teórica posición:

  • Pilieres: Aniol Franch, Guido Reyes, Adam Llinares, David Gállego, Hugo González, Alberto Gómez. 
  • Talonadores: Diego González, Pau Massoni.  
  • Segundas líneas: Pablo Guirao, Martín Serrano, Antonio Gámez, Valentín Rizzo.  
  • Terceras líneas: Nicolás Moleti, Manex Ariceta, Jokin Zolezzi, Victor Ojofetu, Daniel Velasco.  
  • Medios de melé: Javier López de Haro, Nicolás Infer y Nicolás Gali.  
  • Aperturas: Gonzalo Otamendi. 
  • Centros: Yago Fernández, Hugo Pichardie, Unax Zuriarrain.  
  • Tres cuartos polivalentes: Lucien Richardis, Alberto Carmona. 
  •  Zagueros: Gabriel Rocaries, Roberto Ponce, Javier Guillermo, Julien Burguillos

 


En la opinión de un servidor, siempre propenso a equivocarse, la concentración de talento que tenemos del 9 al 15 es algo nunca visto en España. Las combinaciones son múltiples pero siempre a costa de dejar a un gran jugador en el banquillo. En teoría, la pareja de medios titular (si puede hablarse de eso en un torneo tan corto y de semejante exigencia física) la formarán Javier López de Haro (campeón del Trophy) y Gonzalo Otamendi. Otra posibilidad es que en algún momento veamos o bien a Carmona o bien a Richardis ejerciendo de 10 ya que ambos tienen experiencia ahí. En los centros, parece a priori clara la opción de Yago Fernández en el 12 y Hugo Pichardie en el 13, ya que se conocen de su etapa en sub18. En las alas, las opciones son variadas, pudiendo ocuparlas desde los mencionados tres cuartos polivalentes a jugadores de la talla de Gabriel Rocaries.

En cuanto a la delantera, podemos decir que donde se acumula el talento de España es en la tercera línea. Liderada por el nº8 vasco Manex Ariceta, contamos con varios nombres que juegan tanto en Francia como en España de muchas garantías: el vasco-francés Zolezzi (Biarritz) o el catalán Moleti sin olvidar al valenciano de origen nigeriano Víctor Ojofetu.

La primera línea se ha visto reforzada a última hora con la incorporación de dos jugadores que elevan mucho las prestaciones. Por una parte, la recuperación del pilier madrileño Guido Reyes tras una temporada casi en blanco en Pau debido a una lesión y por otra, la incorporación del jugador de Montpellier Adam Llinares. Ambos treses van a ser indispensables en las melés, donde se espera sufrir muchísimo frente a los mejores equipos del Tier1 sub20. Los talonadores Massoni y Diego González (otro campeón del Trophy, como Aniol Franch) parecen una pareja de garantías y David Gállego (otro veterano del año pasado) se perfila como el uno titular.

Es en la segunda línea donde aparentemente, se acumulan más los problemas del equipo de Martinena. La inclusión de un sub-18 como Antonio Gámez puede tener dos lecturas: o bien el marbellí es un diamante por pulir con unas condiciones estratosféricas para jugar al rugby, o bien estamos desesperadamente faltos de centímetros. El año pasado, la generación que se alzó con el título era inusualmente alta, con cinco jugadores superando los 1.95cm. Este año no tenemos esa suerte. Valentín Rizzo es un gran jugador pero ha jugado mucho de 8 esta temporada y Martín Serrano no ha tenido un papel destacado en el Barça. Solo Pablo Guirao ha acumulado muchos minutos en esa posición pero su club, (el Liceo Francés, DHb) está en un nivel muy inferior al que se va a encontrar en el Mundial. No es descartable quizás la inclusión del titán Ariceta en esa línea para apuntalar la melé si la cosa se complica ya que es una posición que le es muy conocida. También Llinares, el francés, ha disputado muchos minutos de 5 esta temporada.

España ha quedado encuadrada en el Grupo A con Francia (actual campeón), Nueva Zelanda y Gales. A priori, el único partido donde podremos plantear algo de batalla es el que nos enfrentará a los dragones, pero igualmente va a ser muy complicado que dispongamos de opciones de anotar. Nuestra delantera va a sufrir mucho para asegurar o recuperar balones para que nuestros tres cuartos, la auténtica dinamita de esta selección, tengan opciones de hacer daño. No nos engañemos, el objetivo de España debe ser llegar lo más entera posible al último partido, donde nos jugaremos la permanencia contra uno de los equipos que también queden último en los otros grupos. 

 



Nombres a seguir

Manex Ariceta es probablemente el proyecto más ilusionante de la delantera española. Con un físico de élite, ha debutado esta temporada ya con el equipo senior de Aviron Bayonais demostrando que está preparado para el rugby profesional. La temporada que viene debería ser la de su consagración a nivel de club y también, la de su debut con los Leones. De su capacidad para dominar desde el placaje, de su intensidad y su fuerza en la melé dependen muchas de las opciones de España de poder hacer algo en este torneo.

Alberto Carmona es sin duda un jugador especial. Acumula ya varias internacionalidades con el XV del León, siendo uno de los debutantes más precoces de los últimos años. Su polivalencia, velocidad y capacidad de decisión avalan a un back que encabeza un grupo de tres cuartos llamado a hacer grandes cosas en el rugby español.

Lucien Richardis, el jugador de Stade Toulousain, ha cuajado una extraordinaria temporada en el club galo. Campeón de Francia en categoría espoir, ha jugado habitualmente con la camiseta de zaguero titular aunque incluso ha tenido minutos como apertura. Muy buen juego al pie, rapidísimo y con una gran toma de decisiones, se antoja vital que si la delantera logra asegurar balones, estos le lleguen a él.

Diego González es otro de los campeones del año pasado que tendrán su merecida recompensa. Tras una temporada de debut en División de Honor más complicada de lo esperado por las lesiones, Diego tendrá la oportunidad de desquitarse liderando la melé española desde el puesto de talonador. Sin olvidar tampoco a su compañero de posición, Pau Massoni (el cual ha tenido un debut exitoso en su primera campaña en Brive) las opciones de España de poder hacer algo pasan por que la touch y la melé funcionen como un reloj, y en eso Diego González tiene mucho que decir. 

 

Texto: Fernando Pueyo / Fotografía: Martín Seras

 

 

 

 

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