Análisis / Año de graduación: qué nos depara 2020
2020 se presenta para el XV del León como el año de
culminación de la enésima transición que comenzó en el ciclo de las ventanas de
2018, obligados a una total recuperación psicológica y deportiva. Los buenos
resultados tanto en la competición regular de 2019 como en las ventanas
internacionales de verano, con una exitosa gira sudamericana, y en la falsa de
otoño, con victorias ante una descafeinadísima Occitania y una más que
combativa Hong Kong, han sellado prácticamente esa recuperación, que habría que
certificar en este año que comienza.
Campeonato de Europa
Con el calendario ya confirmado y con solo dos partidos en
casa (contra Georgia, en febrero, y contra Portugal en el último del campeonato
ya en marzo), el Campeonato de Europa se presenta como la verdadera prueba de
nivel para el combinado nacional. Tras las buenas sensaciones de la anterior
edición, con un subcampeonato histórico y una única derrota, contra Georgia,
las expectativas se han disparado, augurando incluso una lucha por el título.
Más allá de la ola de optimismo, la realidad es que este año
puede ser el más competido e igualado de los últimos torneos. A unas Georgia y
Rusia reforzadas tras su participación en la última Copa del Mundo, hay que
sumar el factor sorpresa de Portugal, que vuelve al campeonato tras su peculiar
paseo por el infierno, y la reacción de Rumanía, que se enfrenta quizá a su año
más crítico, debatiéndose entre la recuperación o la caída.
Classic All Blacks
El que para muchos es la cita más importante que tiene el
rugby español en años, el partido contra los Classic All Blacks en mayo en el
Metropolitano de Madrid es una prueba de nivel que, más allá de lo deportivo,
tendrá un efecto de popularización del rugby en nuestro país que habría que
canalizar. El enfrentamiento contra un equipo de ex internacionales neozelandeses
se antoja positivo para relanzar las posibilidades de nuestro deporte de cara a
la galería mayoritaria.
Sin embargo, la final de Liga, programada para el mismo fin
de semana, puede ver mermada la convocatoria. La no oficialidad del partido y
la iniciativa privada de por medio son factores que no ayudarán a tener la
mejor de las convocatorias posibles.
Ventanas internacionales
Todavía no se sabe qué ni cuántos rivales conformarán las
dos ventanas de España. Se presupone que una buena actuación en el Campeonato
de Europa, traducida en un mantenimiento de la posición actual en el ranquin mundial,
será suficiente para contar con algunos rivales superiores (o, al menos, eso es
lo que se desprende del espíritu del plan a largo plazo de Word Rugby donde la
posición en la clasificación mundial es definitiva a la hora de asignar partidos
en estos espacios).
En verano, la opción más clara sería la participación en la
Copa de Naciones. El torneo, celebrado en los últimos años en Uruguay, ha
contado varias veces con la presencia de España (2015, 2016 y 2017) y este año
ser el momento ideal para la vuelta de los Leones. A pesar de los rumores, no
existe a día de hoy nada que asegure esta participación ya que, a la habitual
Namibia, podrían sumarse Rusia, Italia o, por qué no, Rumanía, por lo que las
opciones siguen siendo mayores que las plazas. La Federación, no obstante,
mantiene a día de hoy en su calendario esta posibilidad.
Otras opciones estivales pasan por la realización de otra
gira sudamericana o por una soñada gira por el Pacífico, ya que, hasta ahora,
ninguna de esas selecciones (Brasil, Uruguay, Chile, Fiyi, Samoa o Tonga) han
confirmado partidos en julio, a excepción del Australia-Fiyi que,
geográficamente, no supone un gran cambio. Canadá y Estados Unidos tienen
confirmadas sendas visitas de French Barbarians, con lo que la posibilidad de ir
a Norteamérica sigue vigente.
Para otoño se presuponen dos o tres partidos, como viene
siendo habitual. Se retomaría la normalidad de los años que no cuentan con Copa
del Mundo y esta ventana volvería a estar gestionada en su totalidad por World
Rugby. Dependiendo de las posibilidades, no sería descartable la presencia de
selecciones devolviendo visitas (Chile, Brasil o Uruguay), alguna grata
sorpresa del Pacífico o de Norteamérica o las habituales citas en las que España
sirve de enlace con tier 2 inferiores o, incluso, tier 3.
Trofeo Mundial Juvenil
Villajoyosa será testigo en septiembre de la celebración del
Mundial de la segunda categoría del rugby juvenil. Este torneo anual congrega a
ocho selecciones sub 20 que se juegan el ascenso al Campeonato del Mundo
juvenil, la máxima categoría en esa franja. España, clasificada como
anfitriona, tendrá una nueva oportunidad de ascender tras la fallida en 2016
tras perder en la final contra Samoa, pero, más allá de lo que sería un gran
premio, es una cita de enorme relevancia para valorar el estado de los
jugadores que están llamados a la absoluta. Alguno de ellos ya ha debutado con
el XV del León y otros lo harían en la ventana de otoño. El futuro próximo del
grupo que luchará por estar en Francia 2023 pasa por aquí.
Foto: FER
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