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José Gorrotxategi: “El REC solo será viable si todos trabajamos con la misma visión”


José Gorrotxategi (Madrid, 1983) ha recorrido durante varios años las instituciones europeas y mundiales del rugby, donde ha ido atesorando experiencia en diversos campos para entender cómo funcionan las federaciones. Desde hace poco más de medio año, Gorrotxategi es el director deportivo de Polonia, una de las nuevas caras del Campeonato de Rugby Europe (REC), que empieza este fin de semana y que, junto a los polacos, traerá también a Alemania y Bélgica para sumar un remozado torneo con ocho participantes. Pero, ¿cómo afronta un país como Polonia esta competición? ¿Qué beneficios e inconvenientes tiene para un equipo en desarrollo como el polaco meterse en esta aventura? Quién mejor que Gorrotxategi para contestarnos y, sobre todo, para poner sobre la mesa las visiones de uno de los nuevos en el torneo. 

 

Lo primero: ¿cómo te sientes en este nuevo reto?

Muy ilusionado. Después de nueve años trabajando en Rugby Europe, tenía ganas de afrontar un nuevo reto. Llevo solamente siete meses como director deportivo, pero es un trabajo apasionante y muy intenso. Polonia es un país apasionante la verdad. 

 

¿Qué experiencia puedes aportar al desarrollo del rugby polaco y, sobre todo, qué puedes extrapolar de tu pasado como miembro de Rugby Europe?

Empecé a trabajar profesionalmente en el rugby hace once años. Durante este tiempo he hecho casi de todo, hasta los últimos cinco años donde centré mi carrera profesional en la gestión relacionada con el crecimiento y organización del rugby. Y creo que es eso exactamente lo que más puedo aportar a Polonia. Mi trabajo con Rugby Europe y World Rugby me dio la oportunidad no solo de conocer a muchas personas en este mundo del rugby de muchos países sino además el poder entender qué hace que una federación crezca, mejore y tenga éxito, y qué hace que todo lo anterior no se obtenga. 

 

Para muchos ha resultado sorprendente el movimiento de ampliar el REC con dos equipos más. ¿Cuáles fueron los principales puntos que se trataron en esas negociaciones por parte de las federaciones implicadas?

La ampliación era una consecuencia lógica a la estructura competitiva de Rugby Europe y a los objetivos comerciales que allí se fijaron hace varios años. Durante el proceso de decisión, se consultó a todas las federaciones involucradas, y se dejaron bien claros los pros y los contras al respecto. Rugby Europe ha tenido varios formatos de competición (desde la época FIRA hasta hoy) y el actual responde al hecho de la casi total imposibilidad a corto-medio de abrir el Seis Naciones y al hecho de que países como Países Bajos, Alemania, Suiza, Lituania o Polonia han ido progresivamente desarrollando sus estructuras y su juego. Si bien algunos de esos países están muy por detrás de Georgia, Portugal o España, de la misma forma que se pide una apertura al Seis Naciones para mejorar el nivel de rendimiento deportivo de los países en el Championship, se debatió y aprobó la apertura del REC a ocho equipos para dar más oportunidades a esos países en crecimiento.

 

“Igual que se pide una apertura al Seis Naciones, se aprobó la apertura del REC a para dar más oportunidades a países en crecimiento”

 

Y eso, lógicamente, también amplía las posibilidades deportivas de los cuatro teóricos “grandes”…

Claro. Otra de las cosas que se barajó es la posibilidad de que países como Georgia, Rumanía, Portugal o España, al jugar contra países en un principio más asequibles, podrían usar esos partidos para dar más oportunidades a jugadores jóvenes provenientes de las franquicias de la Super Cup o de los sub-20, para así tener más rotación en los jugadores profesionales y aumentar la base de jugadores disponibles para los equipo que participante en el REC. 

 

¿Cuáles son los principales objetivos de una nación emergente como Polonia en este torneo?

Participar en el REC para Polonia es ya en sí un éxito. Tanto el equipo de entrenadores, preparadores, analistas, etc…, como para los jugadores es un premio al trabajo hecho en las dos últimas temporadas. Aun así, tenemos que tener los pies en el suelo. Tenemos dos años de resultados difíciles por delante y lo principal es que la participación en el REC no fagocite a la federación en cuanto a recursos y jugadores. El objetivo principal del rugby polaco sigue siendo crecer en número de jugadores, entrenadores, árbitros, voluntarios, clubs, etc.

 

Esa dificultad de la que hablas debería tener un rédito lógico, aunque costará alcanzarlo.

Sí. Participar en el REC nos va a permitir tomar contacto con la realidad del rugby que está por encima del polaco. Va a poner tanto al equipo, como a la estructura federativa bajo presión y va a hacer nuestras carencias más obvias. Tenemos que aprovechar esa oportunidad para mejorar. A nivel personal lo que espero es que esta participación en el REC conciencie a todo la familia del rugby polaco sobre la absoluta necesidad de incrementar el número de jugadores en el país a todos los niveles. Y aquí los clubes y su trabajo son absolutamente claves. Sin ellos no hay futuro.

 

Podría percibirse que, al igual que con la Rugby Europe Super Cup, el nuevo REC tiene cuatro claros favoritos, que son los teóricos “cuatro grandes” que decía antes, y cuatro selecciones que, salvo sorpresa, les llevará un tiempo poder competir de tú a tú. ¿Coincides con esa percepción que se tiene?

Coincido con ese análisis. Georgia, España, Portugal y Rumanía están a un nivel de rendimiento por delante de Bélgica, Países Bajos, Alemania o Polonia. No obstante, hay que profundizar más dentro de las federaciones para entender los patrones del alto rendimiento. Al fin y al cabo, el alto rendimiento es una cuestión principalmente de números: número de jugadores de calidad, número de partidos que juegan esos jugadores desde los jóvenes hasta senior, número de entrenadores y árbitros de calidad y, por supuesto, dinero. En ese sentido a nosotros nos va a costar mucho alcanzar el nivel competitivo de un país como los cuatro de arriba. No digo que no podamos dar una sorpresa, pero la realidad es la que es. 

 


¿Cómo planifica Polonia este campeonato?

Hemos tenido una preparación estructurada por nuestro seleccionador nacional, Chris Hitt que decidió ir a su Gales natal a jugar varios partidos de preparación. Además, hemos organizado concentraciones en Gdansk donde por motivos climatológicos es más fácil tener campos de rugby disponibles. Para nosotros, la preparación es muy complicada ya que nuestra competición doméstica (Ekstraliga) se detiene en noviembre y comienza de nuevo en febrero. Por una parte, nos permite tener a los jugadores del equipo nacional disponibles, pero, por otra parte, la mayor parte de nuestros clubes no tiene acceso a campos de rugby, ya bien sea de césped natural o artificiales. Eso hace que nuestros jugadores, que casi su práctica totalidad no son profesionales pierdan el ritmo competitivo. Es un reto similar al que tienen otros países de Europa del este, como Rusia o Georgia.

 

Nos encontramos dinámicas y tácticas muy distintas desde las federaciones, con Georgia derribando algunos muros de Tier 1 o con, por ejemplo, una Alemania y Bélgica con cierta trayectoria descendiente. Si Polonia tiene que reflejarse en una selección del REC y decir “en equis años, tenemos que estar ahí”, ¿cuál sería esta?

No creo que esas comparaciones sean realistas o positivas. Polonia tiene que ser Polonia. Tenemos que llegar a ser todo lo que la familia del rugby polaco y los que lideran quieran ser. Si queremos estar al nivel de los mejores, no tenemos que compararnos con ellos, sino en cómo éramos nosotros ayer, cómo somos hoy y cómo queremos ser mañana con respecto a nuestros propios objetivos. ¿Qué queremos hacer mejor? ¿Cómo podemos mejorar? Cada federación crece y se organiza de una manera única atendiendo a su idiosincrasia política, geográfica, estructural y de financiación. Nosotros queremos crecer. Queremos ser mejores. El tiempo que nos lleve dependerá de nosotros mismos.

 

Muchas veces exigimos desde España que desde arriba se fijen en nosotros y ahora toca también competir con unas teóricas selecciones emergentes. ¿Qué responsabilidad crees que tienen selecciones como España con naciones emergentes como pueda ser Polonia?

En mi opinión, no creo que los de arriba vayan a hacer nada por España por sentido de la responsabilidad, al igual que nosotros no esperamos que España haga nada específicamente por nosotros. Todos los países que estamos en el REC necesitamos tener una relación positiva y cordial de trabajo. Cooperar a nivel federativo, que es exactamente lo que hacen las Seis Naciones entre ellas. Creo que la relación entre nosotros tiene que ser recíproca, como compañeros de viaje. Tenemos que entender que solo si los países del REC trabajamos siguiendo la misma visión podremos hacer del REC una competición viable a nivel económico y deportivo que realmente pueda ayudar a Europa a hacer crecer el rugby.

 

“Si sigue esa desproporción económica y la falta de competiciones regulares contra los Top 10, la brecha continuará existiendo y acrecentándose”

 

Desde aquel abultadísimo resultado de finales de los 90 hasta ahora, la diferencia entre Polonia y España se ha reducido notablemente. ¿Qué ha ocurrido estos años para que esto ocurra entre selecciones de Tier 3 (también Chile, por ejemplo) y que, salvo contadas excepciones, no se haya reducido la brecha entre los tier 2 y los tier 1?

Falta de dinero y de una estructura de competición que ayude. Cuando una federación tiene más de 50 millones de presupuesto, que es más o menos el presupuesto de la más pequeña del Seis Naciones, puedes pagar entrenadores, instalaciones, jugadores, franquicias, etc... para crear estructuras totalmente profesionales, controladas por la federación, y que sirven al único propósito de incrementar el rendimiento del equipo nacional. Las diferencias de presupuesto entre las federaciones del REC son mucho más pequeñas que entre las de Georgia, España y Rumanía y el último del Seis Naciones. Mientras continúe existiendo esa desproporción económica y la falta de competiciones que permitan jugar más veces y de forma regular contra los equipos del Top 10, la brecha continuará existiendo y acrecentándose.

 

Los que hemos podido ver algunos partidos de Polonia como local hemos visto estadios más grandes y más llenos de lo que cabría imaginarse uno. ¿Hasta qué punto esto refleja un crecimiento del rugby en países emergentes tier 3 y qué importancia tiene en el impacto de la competición?

Polonia es un país donde existe cierta tradición de asistir a eventos deportivos, independientemente que uno participe en ese deporte o no. Los estadios llenos aquí no reflejan realmente un crecimiento de jugadores. Ya no se suele usar el término de tiers por cierto. World Rugby ha hecho una nueva nomenclatura con cinco categorías. High Performance, Performance, Development, Growth and Membership. En los países Development y Growth existe crecimiento, aunque muy pequeño. El gran problema que tenemos en los países con una extensión de territorio muy grande, como Alemania, Polonia, Rusia, Rumanía, Chile, Brasil, etc…, es que tienes que crecer mucho para poder jugar más partidos. Si un país como Polonia crece, pero en ciudades muy alejadas, al final el número de partidos de la competición doméstica no incrementa ya que ese crecimiento es en los clubes (o el club en muchos casos) de la ciudad y no en número de equipos.

 

Pero entiendo que algo de impacto debe tener, aunque sea por esa tradición que mencionas.

Para poder tener un impacto en la competición es necesario crecer en número de clubes y equipos en zonas geográficas de máximo una hora de desplazamiento en coche. Si en una zona así hay un crecimiento importante en número de jugadores, clubes y equipos, entonces se puede empezar a notar impacto en la competición en el largo plazo. Creo que un ejemplo interesante a ese respecto es España, donde algunas comunidades autónomas han crecido en los últimos veinte años enormemente, lo que ha ayudado a crear nuevos clubes y equipos, y a enriquecer las competiciones, pero sobre todo a favorecer que se juegue más y a menos coste, haciendo que los jugadores y sus familias no lo vean como una tara. Países como Polonia o Rumania tenemos un gran problema en ese sentido por lo costoso tanto a nivel económico como a nivel de tiempo y distancia que es jugar al rugby.

               

Texto / Álvaro de Benito // Fotos / Wojciech Szymański

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