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Una victoria que ahonda en la crisis (España 28-20 Países Bajos)


Partido para el olvido, difícil de tratar sobre todo en la segunda parte, que acaba con una pírrica victoria del XV del León frente a unos Países Bajos (28-20) que por poco acaban llevándose el bonus. Y quizá podría haber sido peor, pero la inexperiencia en algunos tramos de los oranje salvó de la debacle a una España que mucho tendrá que mejorar. Porque, además, esos errores de indisciplina y algo de ansiedad también fueron de color rojo. 

España trataba de abrir una nueva era frente a uno de los teóricamente rivales débiles del remozado Europeo, pero la realidad fue bien distinta. Y lo fue desde días antes del partido de hoy en El Central. Primero: las nuevas eras comienzan con cambios, y estos deben ser más radicales, máxime cuando la transición desde la debacle Van den Berg hasta hoy cumplirá un año en breve y varios partidos entre medias. Si insisto en que debe ser ahora o nunca es porque el periodo hasta el clasificatorio al Mundial de 2027 lo permite, y con creces.

No se trata de alargar el chicle con el modelo, en una suerte de tira y afloja, en el que Santos parece no dejar lugar a la renovación, ni tampoco a finalizar su época como la empezó. No. Pareciera que en esa especie de interinidad que lleva consigo, también lleva ese gen de experimentación y algo imprevisible que sigue plantando tras una década hasta el final de su mandato. Vamos, que a lo mejor lo de "nueva era" es una "nueva era Santos", aunque esta vaya a ser, ya oficialmente, corta. Por ejemplo: la entrada de Bay hoy, uno de los destacados en la primera parte, también es un mensaje con mil interpretaciones sobre el modelo. O la entrada de Irusta en el minuto 72, tras cerciorarse, a ocho minutos del final, de que era el momento de asegurar el juego de bisagras con algo tan de memoria como a lo que juegan cada semana los colegiales.

Además, los equipos ya tienen leída la cartilla a España, esa misma que en la portada y con pegatina de "10ª edición ya a la venta" sigue con reminiscencias que forjan un juego de delantera ya conocido y que, como cualquier deje o manía, cuesta mucho quitar para adoptar algo radicalmente distinto como es un juego más abierto. Costaba en ciertas fases entrar: ya no es el cuchillo, ni Países Bajos, valga el guiño gastronómico, la mantequilla. Los neerlandeses han sabido leer un partido que estaba a duras penas encauzado para España, llevándole a sufrir en una tediosa y horrorosa segunda parte.

Sigamos. España ha firmado el partido con menor diferencia de puntos entre las dos selecciones de los últimos años. Que sí, que Países Bajos empató una vez contra España, pero la situación real y mental de ambas selecciones daban que pensar. Hablaba esta mañana de "partido trampa", porque si bien parece que España se ha dormido en los laureles en una inercia de positivismo y renovada ilusión, Países Bajos ha crecido exponencialmente. Seamos sinceros, al igual que el rodaje de esta "nueva España" necesitaba minutos, el rodaje de los "nuevos Países Bajos" venía ya de lejos. Y es que el modelo Delta, al igual que el de Lusitanos, tiene rédito. Cuando los naranjas llegan a El Central, llegan con dos partidos y medio más de engranaje. Esa es la apuesta ganadora, y no tanto la de Iberians.

Por todo esto, España suma una victoria exigua y ahonda en una crisis deportiva que se suma a la institucional. El problema principal está en esa inercia de querer hacer todo e ir lográndolo con unas transiciones larguísimas, como si nos sobrase el tiempo. Urge tomar medidas para que, de una vez por todas, se haga tabula rasa y, de verdad, se pueda entrar en esa "nueva era" tan predicada como poco aterrizada. Que hoy Países Bajos se haya quedado a un punto del bonus defensivo solo puede tener una lectura positiva, y esta es el mensaje de "espabilen". Espabilen en acelerar la transición deportiva. Espabilen en la definición del modelo que se quiere para el presente inmediato, que es el de futuro. Espabilen para que podamos aprovechar las franquicias como lo hacen otros. Entremos de verdad en la "nueva era".


Texto: Álvaro de Benito // Fotografía: José Martín (FER)


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