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Una España desorientada cae en Montevideo (19-10)


 
España acabó su gira de dos partidos por tierras uruguayas con una clara derrota (19-10) que deja un cómputo total agridulce. El XV del León prácticamente desapareció durante la primera parte y un buen trecho de la segunda, acumulando indisciplinas y errores que se sumaron a ciertas decisiones disciplinarias que acabaron por anular al conjunto español.

Los primeros cuarenta minutos en Montevideo de este segundo partido arrojaron muchas dudas sobre el planteamiento del juego de la selección, que no vio en ningún momento la forma de dominar una sola fase del juego, ya no digamos la de sumar puntos. Uruguay salió más enchufado al inicio del partido y pronto se pondría por delante con un golpe transformado por Favaro, que se convertiría en el único anotador de los Teros, abriendo la lata de los 19 puntos que acabaría sumando en la tarde. España parecía no dar con la tecla, ni siquiera para estabilizar el juego, cometiendo errores a la mano y errando las decisiones del juego al pie que acabaron por traducirse en una sangría en la posesión. 

Tampoco acompañaron las indisciplinas, de las cuales el árbitro Anselmi sancionó cerca de una decena en la primera media hora. Si no fuera porque Favaro no estuvo acertado en algunos de sus pateos, los Teros podrían haber aumentado notablemente su ventaja en ese tiempo. Entre toda esa dinámica en la que el XV del León parecía totalmente desubicado, Uruguay posó el primer ensayo de la noche a falta de cinco minutos para el descanso tras un claro pase adelantado que obviaron tanto el linier como el árbitro. Para el final de la primera parte aguardaban tres amarillas: una para Sánchez en una jugada aislada y dos salomónicas para Freitas y Foulds tras una tangana.

El descanso pareció ser balsámico para España y, a pesar de jugar con uno menos y hacerlo con trece jugadores, encaró la segunda parte con una ofensiva que, en menos de diez minutos, había rentado ya diez puntos. Nada más empezar, Mélé pasó un golpe que abría el marcador esta noche amarillo, y en el mintuo 47, Julen Goia posaría la pelota en la línea de marca -transformaría Mélé- para el 13-10. Cuando parecía que el XV del León alcanzaba el ritmo, una nueva amarilla -esta vez el amonestado sería Mora- cortó de raíz la progresión. Esa discutida sanción dio alas de nuevo a Uruguay, que alternaba momentos de ataque con muy buenas defensas premiadas con recuperaciones que alejaban cualquier atisbo de puntos por parte española.

Fue un partido en el que las ideas brillaron por su ausencia y ni siquiera la delantera parecía el mejor arma con el que romper las líneas. También estuvo marcado por una tosquedad que, aunque lo fuera más para el árbitro que para lo que se vió, sí que estuvo presente. En todo ese embrollo, Uruguay vio claro que las indisciplinas españolas, traducidas en un total de veinte golpes de castigo en el partido, eran la vía por la que se llevarían el partido. De nada le siriveron a España las buenas intenciones de Aurrekoetxea, algunas percusiones de Tauli o un par de buenas acciones de Taibo: las infracciones acabarían por arrastrar a la derrota al XV del León. Favaro pasó tres golpes, los necesarios para poner tierra de por medio y cerrar el encuentro con un 19-10 que reflejaba cierta justicia sobre el campo.

Debutó Wozniak, aunque poco pudo aportar. España pierde con esta derrota un puesto en el ranquin mundial pero acaba la gira escalando una posición respecto de como la empezó, consolidándose en el puesto 17º.

 

Foto: Unión de Rugby del Uruguay /URU



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